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Economía entrampada

Por José Samaniego Ponce

 

Un estudio revelador y oportuno elaborado por Augusto de La Torre y José Hidalgo Pallares, acaba de publicar CORDES, bajo el título “La trampa que asfixia a la economía ecuatoriana”. Es revelador, porque con rigurosidad académica realiza una evaluación integral del estado de la situación económica ecuatoriana luego de 10 años del gobierno de la Revolución Ciudadana. Oportuno, porque a pocos días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se constituye en un documento de lectura obligada para los candidatos, porque revela el estado de la economía y los retos que el nuevo gobierno enfrentará en el futuro.

Según De la Torre e Hidalgo, la economía ecuatoriana está entrampada en un círculo vicioso que tiene tres desequilibrios que se alimentan mutuamente y que han repercutido en el deterioro de su competitividad en el mercado internacional.

  1. El déficit fiscal
  2. La recesión económica
  3. La sobrevaloración real de la moneda ecuatoriana (el dólar)

Las cifras demuestran que la caída del PIB del Ecuador hasta el tercer trimestre del 2016 era del 2.7%, que el déficit fiscal al finalizar el año bordeaba el 7% del PIB y que el dólar ha experimentado un proceso de apreciación real en los últimos meses.

“Un programa económico que libere a la economía del círculo vicioso preservando la dolarización requerirá de una tregua política y un sacrificio inicial de toda la sociedad…” sostienen los autores, al tiempo que reconocen que el espacio de maniobra es muy limitado, “por la ausencia de ahorros líquidos, elevada prima de riesgo del país, estructura productiva dependiente de la demanda interna, alta conflictividad política y un contexto externo poco favorable e incierto”.

La salida que prevén los autores para salir del círculo vicioso requiere un programa amplio de un empuje inicial muy fuerte, que rompa la inercia del “entrampamiento”, para lo cual el gobierno que sea electo tiene que tener un gran liderazgo en lo político y una gran capacidad de maniobra para implementar las medidas de política económica requeridas.

La responsabilidad de la ciudadanía en la elección del próximo gobierno es sumamente importante dadas las extremadamente difíciles circunstancias económicas por las que está atravesando el país. Es hora de un voto responsable y comprometido.