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Inflación baja por recesión

Por José Samaniego Ponce

La inflación sigue a la baja. Este es otro signo de la grave recesión que vive la economía ecuatoriana producto de la fortísima restricción de la demanda y que ha colocado a este indicador en el 1.3% anual, uno de los más bajos de la región. En los primeros 10 meses de este año, todos los registros mensuales de la inflación han sido menores a uno y tres de ellos, de julio, agosto y octubre, fueron negativos, es decir, menores a cero, lo que significa deflación o baja de precios. Esta afirmación se puede constatar en el grafico siguiente.

Variación inflación en el Ecuador

inflaciónoctubre

Desde el punto de vista económico, mantener una tasa de inflación baja siempre es deseable. A nivel macroeconómico es un reflejo de la estabilidad fiscal y monetaria. Desde el punto de vista de los consumidores, ayuda preservar el valor adquisitivo de los salarios. Desde el punto de vista externo, promueve la competitividad de los bienes y servicios producidos internamente, frente a similares producidos en el resto del mundo, fomentando las exportaciones (recuperación del tipo de cambio real).

Socialmente también es deseable, porque una inflación alta es regresiva en términos de distribución del ingreso.
El tono gris del resultado de la inflación en el Ecuador en esta coyuntura, es que se ha producido a costa de una recesión económica muy fuerte que ha determinado una severa caída de la actividad económica, el aumento del desempleo y de la pobreza.

Se comenta mucho que Ecuador es un país caro, comparado relativamente con otros países del mundo, lo cual es cierto. Pero si esta tendencia de la inflación se consolida en el mediano plazo, la corrección de precios relativos está en camino, aunque el costo va a ser grande.