Las trampas de la economía que recibe Moreno
Por José Samaniego Ponce
El documento que desde hace tres meses ha marcado la discusión de la problemática de la economía ecuatoriana actual, es el brillante estudio de Augusto de la Torre y José Hidalgo (De la Torre, Hidalgo, et all, febrero 2017), respecto de lo que los autores denominan las trampas que se encadenan y generan la crítica situación presente: el déficit fiscal, la sobrevaloración del dólar y el estancamiento económico.
El documento en mención apareció muy oportunamente en la coyuntura de las elecciones para elegir al gobierno que sucede al presidente Correa. Tan pronto apareció, se convirtió en el diagnóstico de base para el análisis y el debate en torno a la economía que recibe el nuevo gobierno. Criticado y cuestionado por las esferas del oficialismo, ha sido recogido por la oposición para cuestionar al modelo económico actual y para plantear las alternativas de solución.
En el gráfico siguiente se esquematiza el argumento “de las tres trampas” elaborado por los autores:
¿Cuál es la trama de estas tres restricciones?
– Un sector público inviable con el nivel actual de gasto, que no tiene mecanismos de amortiguación (fondos de ahorro líquidos);
– Un sector externo con una moneda sobrevaluada que no fomenta exportaciones y que debe recurrir al endeudamiento externo para financiar el gasto público, en el contexto de un riesgo país en alza;
– Recesión económica (caída del 1.5% del PIB en el 2016) con una estructura productiva dependiente del petróleo y orientada al mercado interno
Estos tres desequilibrios se alimentan el uno al otro, en medio de una intensa conflictividad política que dificulta la adopción de medidas de ajuste que deben iniciar a implementarse tan pronto el nuevo presidente sea posesionado, haya nombrado a su equipo económico y se haya interiorizado de la actual situación. Lo que está claro es que tal como está planteado, en las actuales circunstancias, el modelo de la revolución ciudadana es inviable.