Sector externo nos permite respirar
Por José Samaniego Ponce
El sector externo ha permitido respirar a la economía ecuatoriana en este segundo trimestre del 2016. Efectivamente, según las últimas informaciones del Banco Central, una vez más es el sector externo, un sector que no controla la política económica del gobierno, el que con su comportamiento le da un alivio a esta economía en terapia intensiva.
Evolución de las Reservas Internacionales
Son algunos los componentes de la balanza de pagos que han permitido un crecimiento de las reservas internacionales y de la liquidez interna de la economía ecuatoriana. El principal, por supuesto, es el agresivo endeudamiento externo que ha significado un ingreso en lo que va del año de cerca de 4.300 millones de dólares.
El segundo elemento es el saldo positivo de la balanza comercial, cuyo resultado se acerca a +800 millones de dólares entre enero y julio del 2016, cuando en el mismo periodo del año pasado se registró un déficit de cerca de 1.500 millones de dólares. Cierto es que este superávit es el resultado de la brutal contracción de las importaciones, pero también lo es por el ligero repunte del precio del petróleo y, en menor medida, de la recuperación de otras exportaciones no petroleras.
Finalmente está, como tercer elemento, la positiva evolución de las remesas de los migrantes ecuatorianos, que ha significado un influjo de divisas de alrededor de 1.200 millones de dólares en el primer semestre de este año, superior en un 12% a las registradas en igual período del 2015.
Lo que no mejora, y más bien empeora, es la inversión extranjera, que apenas llegó a 300 millones de dólares en los primeros 6 meses de este año. Un nivel absolutamente pobre e insuficiente para la dimensión de la economía ecuatoriana.