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La meta del gobierno, según se planteó en la proforma presupuestaria enviada a la Asamblea, es un crecimiento del 1,4% para 2019.

2019 será un año recesivo

Por JOSE SAMANIEGO PONCE

Es momento de hacer presupuestos para el próximo año. A nivel económico, esto es lo que hacen los agentes económicos para planificar los ingresos, los gastos y las necesidades de financiamiento en el siguiente ejercicio económico. Lo hace el gobierno, lo hacen las empresas y en muchas ocasiones las personas y las familias.

Una buena forma de iniciar este ejercicio de proyección, es comprender el entorno económico en el que se va desenvolver la empresa o el negocio; entender las oportunidades que se presentan para la industria y definir los escenarios que se pueden presentar en relación a los factores críticos para el crecimiento de la actividad económica que se quiere pronosticar.

Lamentablemente el entorno económico no es bueno para el país el próximo año. Aunque en la dirección correcta, la estrategia que adoptó el gobierno del presidente Moreno de un ajuste ordenado, gradual, en el tiempo, determina que vamos a vivir algunos años de un crecimiento muy moderado.

La meta del gobierno, según se planteó en la proforma presupuestaria enviada a la Asamblea, es un crecimiento del 1,4% para 2019. Como consta en el cuadro inferior, organismos como el Fondo Monetario Internacional y la CEPAL, son más pesimistas y consideran que la economía crecerá menos del 1%. En cambio, el Banco Mundial y la consultora ecuatoriana TNKeconomics, son más optimistas y le apuntan a un 1.6% de crecimiento.

Lo cierto es que los próximos años viviremos en un entorno económico recesivo, hasta que la inversión privada sustituya a la inversión pública como motor de crecimiento de la producción y el empleo. El ajuste en la inversión pública en los últimos años es drástico y supera los 8 puntos porcentuales del PIB  (más de 8.000 millones desde el 2014).

En la práctica, la producción de bienes y servicios crecerá a un ritmo inferior al crecimiento de la población estimado en el 2% anual y ello repercutirá en mayor desempleo, pobreza y desigualdad social. Es el costo del ajuste del irresponsable manejo económico del gobierno anterior.