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En la última semana se han aprobado en Asamblea Nacional dos leyes: la Humanitaria (LH) y la del Ordenamiento de las Finanzas Públicas (LOFP). Adicionalmente, el lunes y miércoles de esta semana, el presidente decretó algunas medidas de austeridad. Esta cápsula analiza el nuevo panorama económico en un esquema de 5 puntos fundamentales:

  1. Empleo (LH): Los empresarios y trabajadores pueden acordar una reducción de la jornada laboral hasta en 50%. Adicionalmente, el acuerdo también puede incluir una rebaja del salario hasta en 45% frente a las condiciones anteriores. En este caso, la ley brinda flexibilidad laboral, formalizando una realidad del mercado donde solamente uno de cada tres trabajadores tiene un empleo formal y adecuado. Por otro lado, los empresarios podrían tener un margen de maniobra ante la caída de ventas que vienen sufriendo y así evitar recortes excesivos en el número de colaboradores.
  2. Deudas (LH): La ley espera por una resolución de la Junta de Regulación Financiera y Monetaria (JRFM) para tener un detalle al respecto. Lo importante es destacar el apoyo a los deudores, dándoles un respiro a través de un esquema de reprogramar deuda.
  3. Pagos con el estado y servicios privados (LH): Alivia la presión económica en los hogares y toca tres grandes temas: tarifas y provisión ininterrumpida de servicios ante impagos, facilidades de pago en educación y cobertura del IESS.
  4. Ordenamiento fiscal (LOFP): Esta ley propone un esquema para garantizar la sostenibilidad fiscal. En primer lugar, subordina el gasto del gobierno central al presupuesto aprobado por la asamblea. Adicionalmente, propone un fondo de ahorro y un límite de deuda del 40% del PIB. La aplicación de estas condiciones es cuestionable en el mediano plazo ya que el gobierno tiene grandes retos fiscales.
  5. Medidas de austeridad: El gobierno plantea hacer un recorte de $4000 millones en gasto corriente y de capital. Esto incluye un recorte de salarios entre el 8% al 16% a través de rebajas en jornadas laborales y cierre de algunas instituciones del estado. Adicionalmente, se retira el subsidio a combustibles y se propone a cambio un sistema de precios de mercado controlado por bandas.

En general, las medidas apuntan en una dirección correcta, suavizan el efecto de la crisis sanitaria, dinamizan el mercado laboral y orientan al gobierno hacia la viabilidad fiscal. No obstante, el conjunto de medidas es recesivo en el corto y mediano plazo, en neto.  Ante la ausencia de ahorros del gobierno y una recesión a nivel mundial, no hay otro camino. La austeridad del fisco es necesaria para garantizar el refinanciamiento con tenedores de bonos y el apoyo de organismos multilaterales. La factura de la crisis es grande, el esfuerzo fiscal y privado tiene mucho camino por recorrer.

Detalle Gráfico:

Autor: Bernardo Orellana – Gerente Fondos de inversión Anefi S.A.